REGRESO A NUESTRAS ACTIVIDADES DESPUÉS DE UN LARGO TIEMPO

Después de un largo tiempo es hora reactivar nuestras actividades y retomar nuestras publicaciones gracias por las esperas, espera que sean de su agrado las nuevas innovaciones y noticias que tenemos para ustedes.
Ad. <<N>> Alfred F. Jones
Dando inicio a nuestro reintegro de actividades, los dejamos a nuestro reportero CANADIENSE, Matthew Williams, príncipe de la miel del maple.
Zona de confort
!HOLA¡
Después de una larga, larga, larga,
laaaaaaaaaaaaaaaaaargaaaaaaaaa ausencia, regreso como reportera de este blog. Y
es que en este tiempo han pasado muchas cosas y dejado de pasar otras tantas, y
por lo tanto hay muchas cosas que contar y actualizarse.
Sin embargo, el post de hoy no se trata de eso. Al menos no
el mío (eso se lo dejo a N). En fin, últimamente he leído un montón de post en
facebook de gente común y corriente como tú y como yo, que están en
colegio/universidad o alguna institución educativa, y se quejan de que “mi
profesor@ es un@ – inserte insulto poder over 9000 aquí – porque me deja un
montón de tarea en días que se supone son de descanso”, “no me gusta mi
profesor@ de matemáticas porque es una intensa”, y no falta la “ese profesor me
la tiene montada”, “siempre quiere que hagamos los ejercicios más difíciles en
el examen”, etc.
Huh...
Chicos, chicas y aliens, les voy a contar algo que me
sucedió y espero que lo tomen como ejemplo para que no les suceda a ustedes. Yo
nunca me he considerado mala estudiante, al contrario, siempre traté de sacar
buenas notas y cuando no las sacaba hacía lo improbable por mejorarlas y pasar
mis asignaturas con éxito. Del estudio aprendí muchas cosas, pero siempre le
tuve miedo a los retos difíciles. Cuando estaba en la universidad, alrededor
del sexto semestre de la carrera, surgió una asignatura en donde teníamos que
elegir entre hacer algo completamente diferente a lo que habíamos visto en
clase, investigando por nuestra cuenta, al que por razones técnicas llamaré
“ejercicio uno”; y algo con un tema que
ya el profesor nos había explicado, “ejercicio dos”.
El ejercicio dos, era más fácil, porque era terreno
conocido, llamado por algunos como “zona de confort”. Se terminaría rápido la
tarea y había una alta probabilidad de sacar una buena nota de tomar este
camino, porque el riesgo de fracaso era bastante bajo. El ejercicio uno, por el
contrario, tenía mucho de competencias, nos haría ver las cosas más allá del
salón de clases, y sobre todo, no sería nada fácil. Había que indagar muy a
fondo, usar mucha lógica, entender procesos que nunca habíamos visto ni leído
antes, y si escogíamos este camino, la probabilidad de éxito era muy baja, por
lo que la nota también lo sería. Pero, el profesor nos dijo que si elegíamos el
ejercicio uno, nos subía puntos dobles.
A pesar de esto, yo elegí el ejercicio dos. Porque tenía
miedo de no pasar la materia, tenía miedo de pisar terreno desconocido. Y todo
pasó como esperé, saqué buena nota y estaba feliz en esa época, pero me
estrellé bastante duro contra una pared invisible, cuando entré a la vida
laboral con esa mentalidad de siempre ir por la línea que conozco. En un
trabajo que tuve, me tocó hacer algo muy parecido al ejercicio uno, y por no
tener esa habilidad en la universidad, me tocó aprenderla casi a golpes en el
mundo laboral, y más rápido de lo que pensé.
Entonces me dije “si en ese entonces hubiera escuchado, si
me hubiera arriesgado, esto no estaría pasando” y lastimosamente, mi yo interno
tenía razón.
Pasa algo, chicos, chicas y aliens.
En la vida, siempre habrá retos. Y a veces, no puedes
escoger un camino fácil en donde transitar para realizar tus deberes y metas.
El único camino que existe en ocasiones, es pedregoso y desconocido. En el
colegio te dan muchas oportunidades para que hagas las cosas bien, también en
la universidad.
En la vida real, las segundas oportunidades escasean, en lo
personal y en lo laboral. Pocas veces las excusas valen.
Por eso lo que les quiero decir es, que se arriesguen. Que
si su profesor@ les pone ejercicios difíciles, en vez de quejarse y lamentarse, háganlos. Son
diseñados para que desarrollen habilidades que les van a servir en la vida.
Y no hablo de que algo como la raíz cuadrada de dos, o los
números imaginarios, o saberse todos los huesos del cuerpo humano, o saberse
todas las capitales del mundo, van a tener alguna utilidad tangible para la
mayoría de ustedes, no, no. Hablo de que desarrollen su lógica y su memoria,
porque esos ejercicios, te entrenan para pensar, para resolver problemas, te
enseñan a ser autodidacta, pensar por ti mism@, buscar respuestas y perderle el
miedo a probar cosas nuevas para tener mejores resultados. Un grande de la
ciencia dijo alguna vez, “Si quieres resultados diferentes, no hagas siempre lo
mismo”.
Podría decirles un montón de cosas, y todas quedarían
resumidas en lo mismo, atrévanse a atreverse, nunca dejen de aprender, y
siempre miren adelante.
Por último, les dejo un video en donde alguien con voz
española [Gracias, España] explica muchísimo mejor que yo lo que les quiero
decir. Véanlo, ¡tiene lindos dibujitos!
Un abrazo para tod@s,
~ Se les quiere <3,
Atentamente,
- R -